Una investigación del Colegio de Medicina Osteopática del Instituto Tecnológico de Nueva York ha descubierto que los caballos en realidad tienen cinco dedos. Un exceso de venas, arterias y nervios en caballos actuales refuerza la idea
Descubren que los caballos no tienen un dedo sino cinco
Una investigación del Colegio de Medicina Osteopática del Instituto Tecnológico de Nueva York ha descubierto que los caballos en realidad tienen cinco dedos. Un exceso de venas, arterias y nervios en caballos actuales refuerza la idea
Isabel Gómez - 28-03-2018 - 13:00 H - min.
Según nueva investigación realizada por Nikos Solounias, profesor en el Colegio de Medicina Osteopática del Instituto Tecnológico de Nueva York (NYITCOM), hay indicios de que siga habiendo restos actualmente de los cinco dedos que los caballos tenían en el pasado.
Al igual que los humanos, en la antigüedad los caballos también tenían cinco dedos. Al pasar a vivir en praderas abiertas, con el tiempo esos dedos se redujeron para poder adaptarse a las llanuras. De los cinco dedos se quedó en uno que se conoce como metacarpiano, que es un hueso duro por encima del casco, ya que el casco no es el pie sino que su equivalencia sería a la uña del animal, como recoge el NYIT.
La línea de investigación es que la evolución hizo que se fusionase en una extremidad única, compacta y con pezuñas. Por lo tanto, las férulas, que son los pequeños huesos que se encuentran a los lados de metacarpo son los restos del segundo y del cuarto dedo. Estos huesos se estrechan a la mitad del hueso principal y son herencia de los antepasados.
Esta explicación es viable según los investigadores la NYITCOM pero no da una explicación de la evolución del primer y quinto dedo del animal. La explicación a la ausencia de estos dedos reside en que hay como unas pequeñas crestas adosadas a segundo y cuarto dedo que podrían corresponder los restos del primer y el quinto dedo del caballo. Para la co-investigadora Melinda Danowitz, el caballo actual no es monodactilo, y los antepasados tampoco eran didáctilos o tetradáctilos sino que sus dedos se encuentran reducidos tanto en la muñeca como en el casco.
La sospecha de este estudio se inició en 1999 cuando Solounias investigaba a un caballo de ocho millones de años conocido como Hipparion primigenium. Esta investigación concluyó en que pese a que se creía que tenía tres dígitos, la superficie inferior de la extremidad mostró estar dividida en cinco secciones y los dedos pequeños se habían unido formando uno solo. Una característica que seguramente habría pasado a sus descendientes.
Otra prueba que apoyaría la teoría de los cinco dedos es que en los caballos actuales hay más arterias y nervios de los que deberían tener en sus extremidades, en el caso de tener un solo dedo. Según Danowitz, si solo hubiera un dedo por extremidad tendría que haber dos venas, dos arterias y dos haces de nervios pero han llegado a descubrir entre cinco y siete haces de nervios neurovasculares por extremidad, por lo que los dedos adicionales empiezan desarrollarse al final no llegan a diferenciarse.