Demuestran en España los efectos positivos de la terapia con perros en presos con trastornos mentales graves

Los presos con problemas graves de salud mental suelen enfrentarse a importantes retos en su rehabilitación y bienestar emocional. En este sentido, un nuevo estudio desarrollado en un centro penitenciario de Madrid ha analizado los efectos de un programa de terapia asistida por perros en una prisión, centrándose en su impacto en la salud emocional y las conexiones sociales.

Durante dos meses, dieciséis presos varones participaron en sesiones semanales con un perro de terapia adiestrado, guiados por terapeutas profesionales. El programa tenía como objetivo reducir el aislamiento, mejorar el estado de ánimo y fomentar la confianza.

Los participantes informaron que se sentían más felices y menos solos, y a menudo describían las sesiones de terapia como el momento más destacado de su semana. Asimismo, destacaron el afecto incondicional que recibieron del perro, que les proporcionó consuelo emocional y una sensación de conexión que rara vez se encuentra en prisión.

El vínculo con el perro también les ayudó a reflexionar sobre sus relaciones con los demás y con ellos mismos, fomentando la confianza y la autoconciencia. Los participantes valoraron el papel de apoyo de los terapeutas, que les proporcionaron orientación y apoyo emocional durante las sesiones.

“En general, el programa se describió como una experiencia positiva y transformadora, que promovió el crecimiento personal y la resiliencia emocional”, destacan los investigadores en el estudio.

Por último, concluyen señalando cómo esta investigación destaca el potencial de los programas de terapia que involucran animales para mejorar la salud mental y potenciar la rehabilitación en entornos penitenciarios, lo que sugiere que estos programas podrían alentar esfuerzos más amplios para apoyar la recuperación y la reintegración a la sociedad.