El acusado, un cazador afincado en Santa Eugenia, ha sido condenado por el juzgado de Palma a ocho meses de cárcel y de inhabilitación por un delito de maltrato animal.
Condena de cárcel por envenenar y matar a tres perros
El acusado, un cazador afincado en Santa Eugenia, ha sido condenado por el juzgado de Palma a ocho meses de cárcel y de inhabilitación por un delito de maltrato animal.
Javier López Villajos - 12-04-2018 - 14:00 H - min.
El investigado es un cazador español de 62 años quién, colocando cebos envenenados en los alrededores de su finca en Santa Eugenia, intoxicó a cinco perros de sus vecinos, acabando con la vida de tres de ellos en marzo de 2015. Ahora el juzgado de Palma, con el grupo ecologista GOB y una asociación de cazadores personadas como acusación, le ha condenado a ocho meses de prisión por un delito de maltrato animal y a ocho meses de inhabilitación para ejercer cualquier profesión, oficio o comercio relacionado con animales, tal y como recoge Diario de Mallorca.
Los hechos que nos ocupan tuvieron lugar a principios de 2015, cuando el acusado y propietario de la finca Atalia, la más grande del municipio, colocó o hizo colocar una serie de cebos envenenados en las inmediaciones de su propiedad. Dichos cebos estaban hechos a base de comida de gato mezclada con mesurol, un veneno para caracoles y que puede ser mortal si se ingiere. Algo que le ocurrió a uno de los dos perros intoxicados que era de un matrimonio de ancianos, residentes en una finca cercana, junto a otros dos canes, propiedad de otra vecina. Y hasta un quinto perro fue intoxicado aunque, con más suerte, pudo recuperarse, gracias a que su dueño conocía el antídoto y le hizo tomar leche con sal.
ACTUACIÓN CON DOLO
Ante estos acontecimientos, el magistrado ha fijado en concepto de responsabilidad civil una indemnización valorada en 338 euros para el matrimonio de ancianos anteriormente citado, por los gastos invertidos en la asistencia veterinaria. Sin embargo, la sentencia no es firme por lo que cabe la posibilidad de que se reclamen por la vía civil otras compensaciones en concepto de daños morales debido al fallecimiento de estas tres mascotas.
A pesar de las pruebas presentadas en juicio con el objetivo de demostrar que el investigado es “un amante de los animales que también colabora con protectoras”, el juez argumenta que su objetivo fue eliminar a los perros de las fincas cercanas en un acto calificado de “dolo eventual”.