El autor había prescindido de emplear los servicios veterinarios para tratar a los animales de diversas heridas y finalmente optó por su sacrificio sin contar con un veterinario
Condenado a 8 meses de prisión por el sacrificio ilegal de dos perros sin contar con un veterinario
El autor había prescindido de emplear los servicios veterinarios para tratar a los animales de diversas heridas y finalmente optó por su sacrificio sin contar con un veterinario
Redacción -
01-07-2024 - 13:52 H - min.
Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Comandancia de la Guardia Civil de Teruel han informado sobre la investigación y la condena a una persona como autora de un delito contra los animales, tras dar muerte a dos perros pertenecientes a una rehala de caza en el barrio de San Blas (Teruel).
Las instalaciones, que carecían de licencia de actividad, así como de núcleo zoológico, albergaban setenta y tres perros de los que más de la mitad carecían de microchip, documentación sanitaria y vacunas.
El autor, explican, ha sido condenado a 8 meses de prisión y a la privación del derecho de tenencia de armas, así como para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y tenencia de los mismos por un tiempo de 16 meses.
Las investigaciones llevadas a cabo por la PACPRONA de Teruel, comenzaron en el mes de marzo, cuando los agentes del SEPRONA de la Comandancia de Teruel, en el transcurso de una inspección realizada en unas perreras, descubrieron los cadáveres de tres perros de raza podenco.
El propietario de los animales manifestó a los guardias civiles que los había matado de un disparo, alegando que los animales presentaban heridas que se habrían infringido con motivo de la actividad de caza.
Cabe destacar que el responsable de la rehala prescindió de emplear los servicios veterinarios para tratas a los animales de las heridas que tenían, y llegado el caso y siendo necesario del sacrificio de los mismos, la aplicación de los procedimientos previstos en la Ley 7/2023 de protección de los derechos y el bienestar de los animales y la Ley 11/2003 de protección animal de Aragón, los cuales establecen que, en todo caso, el sacrificio debería efectuarse por facultativos veterinarios o bajo su directa supervisión, empleando métodos autorizados y que provoquen el mínimo sufrimiento posible.
Ante los hechos observados por los agentes, fueron instruidas las correspondientes diligencias que fueron remitidas al Juzgado de Instrucción nº 2 de Teruel.