La titular del animal, que era tan obeso que apenas podía moverse, se declaró culpable por no satisfacer las necesidades físicas, de salud y de comportamiento de la mascota
Condenada a prisión una mujer en Nueva Zelanda por la obesidad mórbida de su perro
La titular del animal, que era tan obeso que apenas podía moverse, se declaró culpable por no satisfacer las necesidades físicas, de salud y de comportamiento de la mascota
Jorge Jiménez -
31-07-2024 - 11:58 H - min.
El Tribunal de Distrito de Manukau (Nueva Zelanda) ha condenado a dos meses de prisión a la propietaria de un perro que padecía obesidad mórbida. La titular del animal, que era tan obeso que apenas podía moverse, se declaró culpable por no satisfacer las necesidades físicas, de salud y de comportamiento de la mascota.
El perro, llamado Nuggi, quedó bajo el cuidado de la Sociedad Protectora de Animales de Auckland (SPCA) en octubre de 2021 después de que la policía ejecutara una orden de allanamiento en la propiedad de la mujer en Manurewa. Varios perros, incluido Nuggi, fueron retirados de la propiedad y llevados a un refugio de animales del Ayuntamiento de Auckland.
Desde la SPCA señalan que los agentes de control de animales observaron que en los 10 metros que Nuggi tuvo que caminar, desde la propiedad hasta el automóvil, tuvo que detenerse tres veces para recuperar el aliento. Asimismo, los agentes apuntaron que las patas del animal parecían estar colapsando bajo el peso de su enorme cuerpo.
Posteriormente, Nuggi fue llevado al Centro Mangere de la SPCA, donde fue evaluado por un veterinario. Pesaba 53,7 kg y era tan obeso que no era posible escuchar su corazón con un estetoscopio porque el sonido no podía penetrar la grasa. Sus uñas estaban demasiado largas y tenía muchas verrugas en la piel, particularmente en áreas de contacto como su vientre y codos. Nuggi también tenía conjuntivitis.
El director ejecutivo de la SPCA, Todd Westwood, recuerda que la condición de Nuggi fue un gran shock para los inspectores y el personal de la SPCA, quienes están acostumbrados a tratar con animales en el extremo opuesto de la escala de peso.
“Nuggi era, sin duda, uno de los animales más obesos que hemos conocido. Era tan enorme que apenas podía caminar y estaba claramente sufriendo como resultado de la importante cantidad de peso que llevaba encima. Lamentablemente, vemos a diario animales con bajo peso, hambrientos o desnutridos, pero es igualmente desgarrador ver a un animal indefenso que ha sido severamente sobrealimentado”, destaca Westwood.
La veterinaria que observó al perro señaló que el animal tenía dificultades para moverse, respiraba con dificultad, no podía soportar el clima cálido y estaba fatigado en general. Así, concluyó que debido al peso adicional que Nuggi llevaba, habría sufrido malestar y angustia graves a largo plazo.
Por su parte, la propietaria indicó a los inspectores que alimentaba a Nuggi con entre 8 y 10 piezas de pollo al día, además de galletas para perros adicionales. También afirmó que lo ejercitaba sacándolo a pasear o haciéndolo pasar tiempo en la propiedad al aire libre.
“Parte de ser un propietario responsable de un perro es proporcionarle a su mascota una dieta adecuada y ejercicio diario, lo que claramente no fue el caso. Nuggi estaba siendo sobrealimentado drásticamente y, en lugar de buscar ayuda o corregir su comportamiento, su titular continuó sobrealimentándolo hasta que apenas pudo caminar. Esto es inaceptable”, remarca Westwood.
Nuggi pasó alrededor de dos meses bajo el cuidado de la SPCA, donde perdió 8,9 kg, aproximadamente el 16,5 por ciento de su peso corporal. Lamentablemente, a pesar de los avances en su pérdida de peso, Nuggi murió repentinamente debido a una hemorragia aguda a causa de una masa rota en su hígado. Una necropsia reveló otras complicaciones de salud, incluida una enfermedad hepática y la enfermedad de Cushing.
Se condenó a la propietaria a pagar una indemnización por valor de 1.222 dólares y se le inhabilitó para tener perros por 12 meses.