Cae una red española de tráfico ilegal de medicamentos

La Guardia Civil ha desarticulado un entramado criminal español dedicado a la importación, exportación, fabricación y distribución de medicamentos ilegales a nivel internacional, según indica la Guardia Civil en una nota de prensa. La operación se ha llevado a cabo en Teruel, Barcelona, Castellón, Sevilla, Valencia y Madrid.

Los países a los que se dirigían estos medicamentos eran a lugares de Asia, África, Europa, América Latina y América del Norte. En algunos casos para su reexportación y en otros para distribuirlos en el mercado legal.

La Agencia Española del Medicamento (AEMPS) informó que un laboratorio farmacéutico iraní había encargado y pagado una remesa de medicamentos a un laboratorio español y jamás llegó a recibir el producto ni se procedió a la devolución del importe.

Además, la Oficina de la Food & Drugs Administration de Estados Unidos también vinculó este laboratorio español con otro localizado en Mumbay (India), que también realizaba un tráfico ilícito de medicamentos hacia Estados Unidos, para finalmente exportarlos a países de Latino América.

Los medicamentos tenían falso su prospecto, cartonaje, etiquetado e indicaciones del fabricante. Después eran distribuidos bajo esta falsa apariencia.

COMIENZO DE LA INVESTIGACIÓN

La investigación comenzó en la provincia de Teruel, ya que la ubicación del laboratorio se encontraba en esta provincia. Además, el administrador de esta primera empresa también tenía sede en este mismo lugar de otro laboratorio farmacéutico. Ambas empresas tenían relación con otras del mismo sector en provincias como Sevilla, Barcelona, Castellón y Valencia.

Estas empresas también tenían vinculación con otras del mismo sector en países como Francia, Inglaterra o Estados Unidos. En el caso de la farmacéutica en la India, ésta actuaba como asociada del laboratorio farmacéutico de Teruel en la fabricación y distribución de los medicamentos falsificados.

MODO DE OPERAR

La organización tenía distintas formas de operar. Por un lado, fabricaba los medicamentos en España pero traía los principios activos de países como India o China. Por otro lado, también importaban medicamentos fabricados en estos países, y los vendían como marca española. Estas medicinas no tenían ningún control sanitario de conservación o transporte y parecía que su fabricación era nacional.

Los fármacos ilegales solían estar destinados a tratar enfermedades como la leucemia, psicosis, ansiedad o afecciones cardiacas. Los medicamentos más comunes solían ser la penicilina, la heparina, vincristina y morfina.