Las garrapatas causan más del 95% de todas las enfermedades transmitidas por vectores, señalaron los investigadores.
Alertan que el cambio climático puede llevar a las aves migratorias más al norte y difuminar enfermedades transmitidas por garrapatas
Las garrapatas causan más del 95% de todas las enfermedades transmitidas por vectores, señalaron los investigadores.
Redacción - 21-11-2024 - 09:15 H - min.
El aumento de las temperaturas impulsado por el cambio climático puede permitir que las garrapatas infectadas con patógenos adheridas a las aves que migran de lugares tropicales a lugares más fríos sobrevivan en sus destinos, informaron investigadores esta semana en Frontiers in Cellular and Infection Microbiology.
El equipo de estudio dirigido por la Universidad del Sur de Mississippi ha utilizado el gen ARNr 12S mitocondrial para evaluar la prevalencia de garrapatas exóticas en 14.929 aves cantoras migratorias en seis sitios de escala a lo largo del norte del Golfo de México en otoño y siete sitios en primavera.
Las aves (residentes y migrantes de corta y larga distancia) han sido capturadas con redes, muestreadas y anilladas en hasta cuatro sitios en el suroeste de Luisiana y tres en el sur de Alabama. El equipo ha utilizado fórceps para extraer las garrapatas, en su mayoría inmaduras, de América Central y del Sur y almacenarlas en etanol.
Las garrapatas causan más del 95% de todas las enfermedades transmitidas por vectores, señalaron los investigadores. Pero hasta ahora, las garrapatas exóticas neotropicales que parasitan aves han tenido un éxito limitado en establecerse en América del Norte.
"Debido al costo energético de la migración, la mayoría de las aves migratorias deben detenerse en sitios de escala para descansar y recuperar sus reservas de energía en hábitats desconocidos", redactan. "Las aves pueden recoger nuevos ectoparásitos o dejar los existentes, como garrapatas, durante la escala, lo que actúa como un mecanismo de dispersión a larga distancia para los ectoparásitos y sus patógenos", aseguran los expertos.
Las aves parasitadas con mayor frecuencia fueron las currucas encapuchadas (31%) y los gorriones laguneros (16%). En general, el parasitismo por garrapatas entre las 14.929 aves fue bajo. Los investigadores documentaron 359 garrapatas parasitadoras de aves pertenecientes a los géneros Amblyomma, Haemaphysalis e Ixodes adheridas a 163 aves de 28 especies de aves cantoras.
Los géneros y especies de garrapatas más comunes fueron Amblyomma y Amblyomma longirostre, respectivamente, pero no se observaron microbios patógenos (causantes de enfermedades) en las garrapatas Ixodes. La secuenciación de ARN reveló microbios en todas las garrapatas, la mayoría de las cuales se observaron a fines de la primavera, especialmente en abril, cuando se obtuvieron más del 65% de todas las garrapatas.
El filo más abundante fue Proteobacteria, según mostraron los perfiles microbianos. Los patógenos más comunes fueron Rickettsia y el endosimbionte Francisella, Candidatus Midichloria y Spiroplasma.
El análisis de varianza multivariante de permutación (ANOVA) demostró que la abundancia relativa de Francisella y Rickettsia determina los patrones microbianos entre los géneros de garrapatas. El porcentaje de correlaciones positivas en las interacciones entre microbios fue mayor entre los miembros de la comunidad microbiana.
La Francisella ayuda a las garrapatas a funcionar, y la Rickettsia también puede ayudarlas a sobrevivir al importante gasto de energía que supone la migración, aseguran los autores. Añaden que algunas Rickettsias pueden causar enfermedades humanas como la fiebre maculosa, pero se desconoce si es probable que las especies invasoras de garrapatas transmitan estas enfermedades a las personas.
El mapeo de las distribuciones de las especies de aves portadoras de garrapatas durante las migraciones de primavera destacó puntos geográficos críticos donde las aves cantoras podían desprenderse de garrapatas portadoras de patógenos en el camino hacia o al llegar a sus áreas de reproducción, estas últimas mostrando distancias de dispersión promedio de 421 a 5.003 kilómetros. Los migrantes de corta distancia portaban más garrapatas que sus contrapartes de larga distancia.
Los investigadores dijeron que los hallazgos proporcionan información sobre los mecanismos de dispersión de garrapatas, lo que subraya la naturaleza crucial de comprender los patrones de migración de las aves para predecir la introducción y el establecimiento de garrapatas potencialmente invasivas.
"Estos hallazgos contribuyen al conocimiento de los factores ecológicos que influyen en la propagación de las garrapatas y sus patógenos asociados, informando futuras estrategias para los esfuerzos de vigilancia y control", escribieron.
En un comunicado de prensa de Frontiers, la coautora Lorenza Beati, MD, PhD, de la Universidad Georgia Southern, señala: "para algunas garrapatas exóticas migratorias, el calentamiento global puede crear condiciones en su destino norteño que sean similares a su área de distribución habitual. Si las condiciones climáticas más cálidas se combinan con la presencia de huéspedes vertebrados adecuados para todas las etapas de vida de las garrapatas, la probabilidad de establecimiento aumentará".
El autor principal, Shahid Karim, PhD, de la Universidad del Sur de Mississippi, indica: "estas garrapatas no solo podrían traer nuevos patógenos, sino que si logran establecerse en los EE. UU., podrían convertirse en vectores adicionales de patógenos ya presentes en este país o mantener patógenos en reservorios de vida silvestre que luego pueden convertirse en fuentes de infección".