Una investigación ha analizado los datos de animales de compañía que dieron positivo a muestras de laboratorio y lo considera un creciente peligro toxicológico en la medicina veterinaria
Advierten del incremento de intoxicaciones en mascotas tras consumir las drogas de sus propietarios
Una investigación ha analizado los datos de animales de compañía que dieron positivo a muestras de laboratorio y lo considera un creciente peligro toxicológico en la medicina veterinaria
Francisco Ramón López -
29-03-2024 - 20:21 H - min.
Paralelamente a la tendencia creciente en el uso de drogas ilícitas entre los humanos y, en muchos casos, el uso múltiple de drogas de abuso, la intoxicación de mascotas con sustancias recreativas se ha vuelto cada vez más frecuente en la última década.
Dicha exposición puede ocurrir de manera accidental, intencional o por medios maliciosos. Además, los perros, conocidos por sus tendencias deambulantes y sus hábitos alimenticios indiscriminados, son particularmente vulnerables a diversas formas de intoxicación, incluida la causada por drogas ilícitas.
Otros escenarios de exposición importantes incluyen el servicio activo o el entrenamiento de perros detectores de drogas y el uso de animales, especialmente perros, como “mulas” para el transporte ilegal de drogas.
Teniendo todo esto en cuenta, la Universidad de California Davis ha llevado a cabo un estudio retrospectivo de casos confirmados de exposición a drogas en mascotas del Sistema de Laboratorios de Seguridad Alimentaria y Salud Animal de California (CAHFS) entre 2013 y 2023, para conocer en mayor profundidad este problema.
En total, detectaron 57 muestras que resultaron positivas, 53 eran de perros y 4 de gatos. Las razones para que las muestras terminaran en el CAHFS variaron. Así, en el 35% fue por una sospecha de abuso de drogas en el hogar, y en el 35% no se indicó el motivo de la prueba de detección.
En al menos el 32% de los casos, las muestras se enviaron por sospechas de crueldad animal, y al menos el 41% de los pacientes habían fallecido en el momento de la entrega de las muestras. En el 33%, las muestras fueron enviadas por el veterinario como parte de un estudio médico. La mayoría se diagnosticaron a partir de una muestra de orina.
En el 75% de los casos, las drogas detectadas incluían estimulantes y metabolitos de tipo anfetamínico (ETA), como metanfetamina, anfetamina o ambos. En general, en el 47% de los animales se encontró una combinación de más de un grupo de fármacos.
Curiosamente, a pesar del asombroso aumento de la morbilidad y mortalidad relacionadas con los opioides entre los seres humanos en los Estados Unidos que se ha ganado el nombre de “la epidemia de opioides”, y de que la mortalidad por sobredosis relacionada con la cocaína ha aumentado dramáticamente, los opioides (16%), los opioides sintéticos (14%) y la cocaína (21%) se presentaron en cantidades relativamente pequeñas en el estudio, a menudo en combinación con otras drogas, especialmente ETA.
Sólo 7 de 175 muestras dieron positivo únicamente para Delta-9-Tetrahidrocannabinol (THC), el constituyente psicoactivo de la marihuana, pero no se informó en todos ellos. En 3 de los 57 casos del presente estudio, el THC se encontró junto con otras drogas de abuso y, por lo tanto, se informó.
Asimismo, se encontró nicotina en el 29% de las muestras, y siempre en combinación con otras drogas. “Estas exposiciones probablemente no fueron una ‘verdadera’ intoxicación por nicotina, sino más bien una indicación de ‘tabaquismo pasivo’”, señalan.
Tras llevar a cabo esta investigación, los autores consideran que se necesitan más estudios sobre la prevalencia de drogas ilícitas en pequeños animales para comprender plenamente la importancia de “este creciente peligro toxicológico en la medicina veterinaria”.