El Gobierno informa de sus investigaciones sobre el impacto de la enfermedad hemorrágica epizoótica en España

El Boletín Oficial de las Cortes Generales ha publicado este lunes 15 de abril la respuesta a una pregunta escrita en el Congreso de los Diputados en la que responden sobre la situación de la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) en España.

Fechada al 4 de abril, la respuesta del Gobierno da algunas claves sobre el estado de las investigaciones sobre la enfermedad que se están llevando a cabo desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).

En este sentido, informan de que la siguiente actualización sobre la enfermedad se llevará a cabo a partir de mediados de abril, cuando comience de nuevo el periodo de actividad del vector. Además, adelanta que también se prevé tener datos globales de afectación en cérvidos.

En la respuesta escrita, el Gobierno explica que, en lo referente a datos detallados de mortalidad, a nivel del MAPA no se dispone de ellos, sino que estos datos están siendo recogidos por las comunidades autónomas.

Eso sí, desde el Ministerio se ha hecho el ejercicio de extraer datos de mortalidad de la base de datos del Sistema Integral de Trazabilidad Animal (SITRAN) con el objetivo de comparar la mortalidad por provincias de julio a diciembre de 2023, con la media de la mortalidad en esos mismos meses los tres años anteriores.

“Los datos resultantes apuntan a un exceso de mortalidad en estos meses a nivel nacional, por debajo del 1%, si bien hay que tomar las cifras con máxima cautela, ya que, por un lado, supone que todo el incremento de mortalidad se debe a la EHE y no a otras posibles causas como la sequía o el precio al alza de los inputs agrarios y, por otro lado, no todas las provincias han sido afectadas por la enfermedad a lo largo de 2023 con la misma intensidad, así se constata importantes diferencias entre diferentes zonas geográficas, razas, edad de los animales y sistemas de producción”, apuntan.

En cuanto a las pérdidas para las explotaciones, señalan que “resultan muy variables, pues dependen del tipo de explotación, su localización, raza y edad de animales y aparición de formas clínicas agudas o crónicas, entre otras”. “En este sentido, desde el MAPA se está llevando a cabo un estudio de monitorización del impacto de la enfermedad a medio plazo en el que se incluye la aparición de secuelas crónicas en los animales, así como problemas reproductivos y de fertilidad, que permitirá caracterizar mejor las pérdidas en las explotaciones”, adelantan.

Asimismo, respecto a las ayudas complementarias, se comenta que, si bien el MAPA nunca ha otorgado ayudas por pérdidas causadas por enfermedades animales, con la excepción de las indemnizaciones por sacrificio obligatorio dentro de un plan de erradicación de una enfermedad, sí que está destinando los recursos necesarios para realizar los estudios de infecciones experimentales de la infección en especies afectadas, así como los estudios de seroprevalencia y de monitorización de la enfermedad antes mencionados que ayuden a profundizar en el conocimiento de la enfermedad y permitan gestionar el riesgo de una forma eficaz en el futuro, así como para la flexibilización de los movimientos de animales con las adecuadas garantías sanitarias.