Los circovirus porcinos se encuentran en una prevalencia muy elevada en las poblaciones de cerdos
Investigan en España los circovirus porcinos en casos de síndrome de dermatitis y nefropatía porcina
Los circovirus porcinos se encuentran en una prevalencia muy elevada en las poblaciones de cerdos
Redacción -
24-01-2025 - 09:17 H - min.
Los circovirus porcinos tienen una presencia muy elevada en las poblaciones porcinas, sin causar ninguna enfermedad aparente. Sin embargo, aunque no existe ninguna evidencia definitiva, se vincula una variante del patógeno al desarrollo del síndrome de dermatitis y nefropatía porcina, que afecta principalmente a cerdos de engorde.
Ahora desde el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias y desde la Universidad Autónoma de Barcelona (IRTA-UAB) han presentado un estudio que investiga la presencia de dos variantes del circovirus en lesiones del síndrome.
El síndrome de dermatitis y nefropatía porcina (SDNP) es una condición bien definida clínica y patológicamente, que afecta principalmente a cerdos de engorde (entre los 2 y 6 meses de edad).
Esta enfermedad causa lesiones vasculares muy características que se consideran causadas por una reacción inmunomediada de hipersensibilidad tipo III, es decir, causada por el depósito de inmunocomplejos en las paredes de los vasos sanguíneos.
Desde la descripción de la enfermedad en 1993, se le ha intentado asociar a varios patógenos. Aunque no existe ninguna evidencia definitiva que confirme su etiología, el circovirus porcino 2 (PCV2) es el patógeno que más se ha vinculado al desarrollo de esta enfermedad en las últimas dos décadas.
Los circovirus porcinos (PCVs) son una familia de virus altamente ubicuos, es decir, se encuentran en una prevalencia muy elevada en las poblaciones porcinas.
Habitualmente, esta presencia no causa ninguna enfermedad aparente y, por tanto, su detección en casos clínicos no es una garantía de asociación con ninguna patología.
“Se asocia al PCV2 con la SDNP porque es el patógeno más frecuentemente identificado en los casos estudiados. Además, los cerdos afectados por SDNP suelen presentar títulos de anticuerpos frente a PCV2 muy elevados, lo que sigue apoyando la hipótesis”, remarcan.
Sin embargo, inciden, hace 10 años se descubrió un nuevo circovirus porcino, PCV3, que se ha identificado en casos de SDNP, por lo que se ha sugerido que probablemente también pueda causar este síndrome.
En estudios anteriores se ha investigado la presencia de PCV2 o PCV3 en este contexto, pero en algunos de ellos no estudiaban la presencia de ambos virus, y en otros no existían unos criterios de inclusión rígidos.
En el presente estudio se recogieron 102 casos retrospectivos de SNDP agudo con los estrictos criterios de diagnóstico de enfermedad (Figura 1), a fin de investigar la presencia de todos los PCVs (también incluyendo PCV1 y PCV4) mediante los tests qPCR o PCR convencional. Por otra parte, se utilizó RNAscope®, una técnica de detección de material genético en cortes histológicos (hibridación in situ), para localizar el genoma de PCV2 y PCV3 en las lesiones de la SDNP.
Todos los casos estudiados fueron positivos en PCV2 (102/102; 100%), mientras que sólo 30/102 (29,4%) fueron positivos en PCV3. No se detectó en ningún caso la presencia de otros PCV. Además, la carga de PCV2 fue mayor que la de PCV3 en todos los casos.
Mientras no se detectó material genético de PCV3 en las lesiones mediante hibridación in situ, el genoma de PCV2 se halló en aproximadamente la mitad de los casos en bajas cantidades en las lesiones habituales de la SDNP.
“La presencia de PCV2 en todos los casos estudiados avala que este virus sea el patógeno más probable que se asocie causalmente con la SNDP. Por el contrario, PCV3 se encontró en una prevalencia similar a la observada en animales sanos (entre el 5 y el 60%, según diferentes estudios)”, destacan.
“Sin embargo, la presencia de ambos virus en lesiones no se encontró de forma consistente. Este hecho podría explicarse teniendo en cuenta que, en el momento en que se desarrollan las lesiones y, en consecuencia, la enfermedad, las partículas víricas ya no estén porque hayan sido eliminadas por el sistema inmune”, concluyen.