La Asociación Europea de Centros de Enseñanza Veterinaria ha publicado un documento de posicionamiento en el que defienden que la Academia debe estar protegida de presiones políticas o ideológicas
Las facultades de Veterinaria europeas defienden su autonomía académica frente a presiones políticas o ideológicas
La Asociación Europea de Centros de Enseñanza Veterinaria ha publicado un documento de posicionamiento en el que defienden que la Academia debe estar protegida de presiones políticas o ideológicas
Redacción -
04-07-2025 - 09:44 H - min.
Las facultades de Veterinaria europeas, a través de la Asociación Europea de Centros de Enseñanza Veterinaria (EAEVE), han reafirmado su compromiso con la autonomía académica como base para una formación científica, ética y rigurosa.
En un documento de posicionamiento, la EAEVE destaca que “está comprometida con mantener los más altos estándares éticos, incluyendo la integridad, la equidad y la transparencia, en todas nuestras actividades y procesos de toma de decisiones, y con garantizar que la profesión veterinaria en Europa y más allá refleje estos valores fundamentales”. Así, defiende que “estos principios están profundamente arraigados en la visión, misión y valores de la EAEVE, y consagrados en nuestro Código de Conducta”.
“La EAEVE reafirma su firme apoyo a la autonomía de los centros de educación superior, así como a la capacidad de los estudiantes de veterinaria, docentes, investigadores y profesionales para actuar sin interferencias externas en la búsqueda de una medicina basada en la evidencia, la libertad académica y la integridad científica. También defiende la independencia de los programas académicos veterinarios, asegurando que las futuras generaciones de veterinarios sean formadas mediante una enseñanza basada en la investigación y en la evidencia”, insisten.
En el posicionamiento, la EAEVE asegura que “cree firmemente que el progreso de la medicina veterinaria depende de la capacidad de los centros y profesionales para tomar decisiones basadas en la ciencia, la ética y las necesidades cambiantes de los animales y de la sociedad”. De igual forma, añaden que “la educación veterinaria debe estar protegida de presiones políticas, ideológicas o comerciales que puedan dificultar la excelencia académica o comprometer la confianza pública”.
En general, para la asociación, la autonomía de los Centros de Educación Veterinaria es fundamental para avanzar en el conocimiento de las ciencias clínicas veterinarias, la salud animal, la salud pública y la seguridad alimentaria.
Además, es necesaria para mantener altos estándares en la formación y práctica veterinaria y fomentar la investigación, así como la colaboración interdisciplinaria dentro del enfoque Una Sola Salud (One Health). También para garantizar que los futuros veterinarios estén capacitados para servir a la sociedad de forma imparcial, ética y con rigor científico.
Aquí entra en juego el Código de Conducta de la EAEVE, que promueve explícitamente el respeto a la diversidad de individuos e instituciones, un trato justo e imparcial para todas las personas, la responsabilidad de fomentar un entorno libre de discriminación y acoso, y el compromiso con la apertura, el diálogo y la transparencia.
“Como una de las asociaciones evaluadoras y acreditadoras independientes más grandes y específicas de la profesión, la EAEVE está comprometida con los principios de equidad, transparencia y autogobierno académico. Esta independencia permite a la EAEVE y a sus miembros mantener altos estándares educativos sin influencia externa indebida”, defienden.
En este sentido, “reconocen que una educación veterinaria sólida no depende únicamente de la formación técnica, sino también de la libertad para cuestionar, innovar y enseñar de acuerdo con prácticas basadas en la evidencia”. “Esta independencia es esencial para abordar los desafíos sociales complejos, como la prevención de enfermedades zoonóticas, la resistencia a los antimicrobianos, los riesgos climáticos para los sistemas alimentarios, la salud y el bienestar animal, la salud pública veterinaria y el enfoque Una sola salud”, subrayan.
En el documento, la EAEVE apoya una profesión veterinaria que “acoja una diversidad de experiencias, perspectivas y funciones”. Por ello, han reafirmado que “hay un lugar para todas las personas en el ámbito veterinario, ya sea en la práctica clínica, la investigación, la salud pública, la docencia, la economía o las políticas públicas. Estamos comprometidos con fomentar entornos respetuosos, inclusivos y que empoderen a quienes deseen contribuir a la salud y el bienestar animal y humano”.
Para la EAEVE, la medicina veterinaria se enriquece con personas de orígenes diversos, que trabajan juntas con objetivos comunes: proteger a los animales, promover la salud pública y contribuir a un mundo más seguro y sostenible. “Toda persona que comparta esta misión debería tener la oportunidad de participar, prosperar y liderar”, apuntan.
“A medida que los desafíos globales siguen evolucionando, la profesión veterinaria debe mantenerse resiliente, innovadora, inclusiva, fundamentada en una formación basada en la investigación y comprometida con las mejores prácticas disponibles. La EAEVE continuará abogando por la autonomía de los centros veterinarios, apoyando la independencia de los estudiantes, docentes, investigadores y profesionales veterinarios, y promoviendo entornos abiertos para todos”, añaden.
La EAEVE asegura que sigue trabajando con los centros miembros, asociaciones colaboradoras y organizaciones internacionales para intercambiar ideas, anticipar los cambios esperados y determinar los caminos necesarios para proteger los intereses de la comunidad.
“Al defender estos valores y trabajar con organizaciones afines a nivel internacional, reforzamos los fundamentos científicos de la medicina veterinaria, fortalecemos la confianza del público y garantizamos que nuestro trabajo siga beneficiando tanto a los animales como a la sociedad a nivel global. Juntos, moldeamos la excelencia en la educación veterinaria y construimos una profesión —y un mundo— a través de la autonomía y la integridad”, concluyen.