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OPINIÓN

La regulación de transporte de animales salvajes

La regulación de transporte de animales salvajes

Vanessa Bentanachs - 25-04-2018 - 11:00 H - min.

Directora facultativa del consultorio Centre Vet Provença

El accidente del camión que transportaba elefantes en la A-30 a la altura de Albacete, cobrándose la vida de unos de los animales y con dos más heridos ha golpeado con fuerza a la sociedad. En este caso en concreto salen a la luz dos grandes problemas: el primero, el uso de animales para espectáculos circenses; el segundo, la falta de regulación en el transporte de animales.

La tendencia europea es la de la abolición del uso de animales salvajes en los circos, siendo 9 los países miembros de la Unión Europea que todavía no lo han prohibido. En España no existe una ley única suficientemente competente en materia de protección de los animales, así que el territorio se rige por normativas autonómicas y regionales. Actualmente existen Comunidades Autónomas libres de circos con animales salvajes: Islas Baleares, Cataluña, Galicia y Región de Murcia; además hay un total de 254 municipios libres de circos con animales salvajes.

El bienestar de los animales de circos itinerantes se ve gravemente comprometido, en especial en los animales salvajes, ya que no tienen ningún tipo de opción de mostrar conductas normales, además, el traslado de animales puede suponer un riesgo tanto para la salud animal como para la salud pública.

Consideramos que, lo adecuado sería la prohibición del uso de animales en circos, pero mientras eso no suceda, es importante proteger a los animales lo máximo posible para minimizar su sufrimiento. Sólo en la Unión Europea ha habido 305 accidentes en los que se han visto afectados 608 animales en los últimos 22 años. 

Las condiciones de transporte de animales quedan reguladas por el Reglamento CE 1/2005, en la que quedan excluidos los animales de circo pese a ser utilizados con finalidad lucrativa. Consideramos que los animales de circo también deberían quedar amparados por dicha ley para garantizarles un bienestar mínimo, teniendo presente también las recomendaciones de transporte publicadas por CITES, como que no se transporten animales enfermos, en estado avanzado de gestación o lactantes; o la necesidad de fijar los contenedores para evitar los efectos del movimiento en el vehículo.

Asimismo, el viaje debería ser planificado con suficiente antelación para adaptarse a las necesidades de salud y bienestar de los animales, y acostumbrarlos a los contenedores previo viaje.

Por último, debería quedar expresamente prohibido el uso de animales que formen parte del Apéndice I de la lista la CITES, al encontrarse en peligro de extinción.

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