Una revisión científica presenta un modelo de tratamiento basado en múltiples estrategias coordinadas, que incluyen desde el control farmacológico del dolor hasta la fisioterapia
Veterinarios llaman a abordar la osteoartritis canina juvenil con un enfoque preventivo multimodal
Una revisión científica presenta un modelo de tratamiento basado en múltiples estrategias coordinadas, que incluyen desde el control farmacológico del dolor hasta la fisioterapia
Redacción -
28-05-2025 - 09:12 H - min.
La osteoartritis (OA) no es exclusiva de perros adultos o geriátricos. Cada vez con más frecuencia, esta enfermedad articular degenerativa se diagnostica en animales jóvenes, especialmente en razas grandes o predispuestas genéticamente.
En estos casos, el daño comienza en etapas tempranas del desarrollo óseo y, si no se interviene de forma integral y precoz, puede derivar en un deterioro funcional irreversible. Esta realidad ha llevado a la comunidad veterinaria a replantear el manejo clínico de la artrosis juvenil canina con un enfoque más amplio y preventivo.
Una reciente revisión científica recoge precisamente ese cambio de paradigma. El texto propone un modelo terapéutico apoyado en diversas medidas coordinadas que incluyen control del dolor, fisioterapia, modificación de la actividad física y suplementación estructural.
Los autores de la revisión afirman que “ninguna solución única puede usarse para manejar o curar la osteoartritis y su impacto”, y subrayan que “para los perros con OA, un plan de manejo multimodal es más efectivo que cualquier paso terapéutico aislado”. Estas afirmaciones ponen el foco en la necesidad de abandonar los abordajes sintomáticos aislados y adoptar planes personalizados, preventivos y sostenibles a lo largo del tiempo.
Uno de los aspectos más destacados del artículo es la importancia que se concede al concepto de bienestar integral. Según la revisión, “el bienestar de todo el cuerpo mejora el manejo de la osteoartritis”, una idea que impulsa la combinación de distintas medidas como la educación al cuidador, el control del peso corporal, la actividad física regulada y la incorporación de suplementos estructurales que actúen sobre el cartílago y la inflamación.
Aunque el artículo no menciona marcas comerciales ni evalúa directamente ningún producto, su énfasis en el uso de condroprotectores permite justificar clínicamente la incorporación de soluciones nutracéuticas formuladas para este fin. La inclusión de los siguientes ejemplos responde exclusivamente a su alineación con los principios generales descritos en la revisión.
En el mercado veterinario destacan dos ejemplos consolidados: OmniCondro y Flexadin Advanced, que trasladan a la práctica diaria los principios expuestos en la revisión. OmniCondro, de Hifarmax, combina glucosamina, condroitina, vitaminas antioxidantes y extractos naturales antiinflamatorios en una fórmula de alta palatabilidad pensada para tratamientos prolongados, especialmente en razas grandes o animales jóvenes en fase de desarrollo articular.
Por su parte, Flexadin Advanced, de Vetoquinol, incorpora colágeno tipo II no desnaturalizado (UC-II), omega-3 y vitamina E, con un enfoque centrado en la inmunomodulación de la inflamación y el soporte a largo plazo del cartílago.
Ambos productos se integran con facilidad en protocolos multimodales, facilitando al veterinario una herramienta coadyuvante que refuerza los tratamientos físicos y farmacológicos, mejora la adherencia y contribuye al bienestar del paciente.
La revisión concluye que la osteartritis juvenil no debe abordarse como una condición inevitable ligada a la edad o la genética. Por el contrario, debe entenderse como un proceso clínico que puede gestionarse con eficacia si se actúa a tiempo, con una visión integral y estrategias terapéuticas fundamentadas en la evidencia.