Detectan por primera vez una enfermedad en équidos europeos

Un grupo de investigadores españoles han encontrado besnoitiosis subclínica, una enfermedad crónica y debilitante causada por un parásito protozoario que se encuentra principalmente en las Américas, en un número "sorprendente" de équidos seleccionados al azar en el sur de España, según recoge el estudio.

Los expertos analizaron muestras de sangre de 553 caballos, 85 burros y 83 mulas en toda Andalucía, donde existen más équidos de toda España, en busca de anticuerpos contra Besnoitia bennetti, Sarcocystis neurona y Neospora hughesi. Estos protozoos son abundantes en Norte, Sur y Centroamérica, pero históricamente han sido raros en otras partes del mundo.

De este modo, encontraron que el 7,1% de los équidos analizados dieron positivos para la presencia de anticuerpos contra Besnoitia. Además, el 6,4% de los animales dio positivo para los anticuerpos Neospora y el 2,8% para los anticuerpos Sarcocystis. Aunque los animales no mostraron signos clínicos de la enfermedad, los resultados positivos indican que los animales habían estado expuestos a los patógenos en algún momento.

"Nos sorprendió la cantidad de animales seropositivos detectados", expresó Gema Álvarez-García, del Departamento de Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense, en Madrid. "Reportamos 51 animales seropositivos entre 721 animales examinados. Este resultado contrasta con otros estudios epidemiológicos previos llevados a cabo en nuestro país en otras especies de ungulados, como las especies de rumiantes silvestres, donde se sabe que ocurren casos clínicos, y solo se encontraron dos animales seropositivos en 4.893 animales muestreados", afirma.

ORIGEN DE LA PRESENCIA DE LOS PROTOZOOS EN EUROPA

Los investigadores tienen teorías sobre el origen, "el comercio de animales en áreas donde la enfermedad es endémica o un caso disperso de origen de especie rumiante”, apunta la científica.

Además, añade que “los porcentajes revelados en el estudio subrayan la necesidad de que los científicos y veterinarios sean más conscientes del patógeno y los riesgos de su enfermedad en Europa”.

Por otro lado, explica que la enfermedad podría subestimarse, "como sucedió con la besnoitiosis bovina en el pasado, teniendo en cuenta que existe una sospecha de presencia de la enfermedad (al menos en nuestro país) y que las lesiones cutáneas asociadas a esta enfermedad parasitaria podrían confundirse con otras enfermedades de la piel".

Por ello, Álvarez-García recomienda “llevar a cabo la vigilancia de esta enfermedad parasitaria mediante la inclusión de besnoitiosis equina en el diagnóstico diferencial de enfermedades de la piel y realizar exámenes de sangre al menos en los países donde la besnoitiosis bovina está presente, ya que no se sabe si las especies podrían infectar a los équidos".