MARTES, 14 de enero 2025

MAR, 14/1/2025

ANIMALADAS

Barcelona advierte que la alimentación de palomas puede acabar provocando un problema de salud pública

Muchas personas contribuyen a la alimentación de palomas, lo que puede suponer un problema de salud pública al aumentar la población de estos animales y facilitar la transmisión de enfermedades

Barcelona advierte que la alimentación de palomas puede acabar provocando un problema de salud pública

Barcelona advierte que la alimentación de palomas puede acabar provocando un problema de salud pública

Muchas personas contribuyen a la alimentación de palomas, lo que puede suponer un problema de salud pública al aumentar la población de estos animales y facilitar la transmisión de enfermedades

Redacción - 12-12-2024 - 09:53 H - min.

En Barcelona son muchas las personas que, de manera activa o pasiva, contribuyen a la alimentación de palomas. Según alertan desde el Ayuntamiento de Barcelona, esta práctica se traduce en un número más elevado de puestas y “comporta una superpoblación de este animal, que puede suponer un problema de salud pública”.

Es por eso que, en el marco del Pla Endreça, el Consistorio de la ciudad condal ha intensificado las actuaciones para evitar que las personas proporcionen alimentos a las palomas.

Durante el mes de diciembre se ha puesto en marcha una campaña de sensibilización e información en todos los distritos de la ciudad para concienciar a la ciudadanía de la importancia de cambiar los hábitos hacia las palomas y evitar darles comida.

En Barcelona se estima que más de 230 personas alimentan palomas en la ciudad y gracias a un estudio elaborado durante el año 2024, se ha constatado la presencia de 234 grandes alimentadores y alimentadoras de palomas en 251 espacios de la ciudad.

Se consideran grandes alimentadoras las personas que les dan más de 2 kilos de comida al día a las palomas. A raíz de este dato, se ha llevado a cabo una acción de concienciación a través de informadores.

Además, también se conciencia a los alimentadores espontáneos, los que comparten su comida o dejan caer migas, y pasivos, que abandonan en la calle comida para llevar. Es en el distrito de Ciutat Vella donde se concentran los puntos de mayor conflicto y donde más se ha incidido para evitar la proliferación de estas acciones, que suponen también un problema para las propias aves.

Una de las consecuencias de la sobrealimentación, remarcan, es que la población de palomas puede triplicarse o cuadruplicarse, lo que puede suponer estrés entre las aves por amontonamiento o posibles peleas y facilita la transmisión de enfermedades. Además, alimentar a las palomas perjudica también la higiene en la ciudad, genera suciedad y favorece la presencia de insectos e incluso ratas.

“Reducir el alimento antropogénico es solo una de las acciones para llevar a cabo un control efectivo de la superpoblación de palomas. La estrategia municipal consiste en dos líneas más de trabajo destinadas a reducir la fertilidad de las palomas a través de la comida, con métodos anticonceptivos con nicarbacina, y dificultar su nidificación”, apuntan desde el Ayuntamiento.

Asimismo, la expulsión de palomas a partir de la halconería se está llevando a cabo por medio de una prueba piloto en los entornos del Camp Nou, como una herramienta disuasiva puntual que simula la existencia de un depredador en la zona para evitar que grupos de palomas se establezcan en ciertos espacios.

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